Es ese tipo de complicidad.
La de mirarnos y comprender hasta el mínimo detalle,
mediante esos rasgos, gestos, comportamientos...
Es ese tipo de confianza. Esa seguridad.
La misma que tengo cuando agacho la cabeza
y sé que tú me la volverás a levantar.
Cuando se vacía mi sonrisa y tu la vuelves a rellenar,
o cuando incluso pintas el cielo, si el arco iris se va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario